viernes, 22 de abril de 2011

Crónica y opinión

¿Qué pasa con la represión?

Jueves, 21 de abril del 2011. Son las 9 y media de la noche. Es la intersección del paseo ahumada con la Alameda. Antes de llegar a la esquina, veo a un grupo en círculo, de hombres y mujeres, adultos, jóvenes y ancianos. Llevan prendas mapuches. Me acerco. Me echan. Es privado, pregunto. Sí, es privado, me contestan. Llego a la esquina y una pared verde de carabineros-tortugas-ninjas, entre ellos una mujer, está parada frente a un grupo de personas que les hablan y ellos no contestan. Tener la mirada de un paco, tenerla de cerca y verlo mirarme cómo si yo no estuviese frente a ellos, es ver una mirada tan cobarde y obediente, tan firme, tan dura, tan indiferente que da rabia. También veo cerca un guanaco y un retén móvil, es decir, todo un escuadrón para proteger a los ciudadanos transeúntes de no sabemos qué.

Tras hacer unas preguntas, me entero que el asunto es el siguiente: hace más o menos una hora, terminó una marcha de los comuneros mapuches, ahora, les tenían prohibido cruzar la calle por esa esquina. Sólo aquellas personas que vestían prendas mapuches tenían prohíbo el cruce, y eran cerca de 30 o 40, el resto, podía cruzar casi como si las calles fueran públicas. ¿Por qué? Según los carabineros, cómo el mismo Mayor a cargo de la operación me confirmó, es porque se podían reagrupar, ya que la marcha aún no finalizaba. “Usted los ve tranquilos ahora, pero usted no estuvo en la marcha” “¿Está seguro de que no están haciendo nada?” La conversación finalizó porque yo tenía olor a alcohol (y efectivamente había debido algo de vino tinto, no más de dos copas). EL Mayor no me siguió hablando. Por otra parte, según los comuneros, la marcha ya había finalizado hace rato y ellos sólo querían cruzar la calle para tomar la micro e irse a su casa. Ellos podían darse la vuelta, y cruzar por otra esquina, pero no por esa. No iban a ceder ante tamaña injusticia, ante tamaña burla. Un grupo de transeúntes nos quedamos, primero viendo, luego comentando, luego interviniendo. Se sentía la discriminación y la impotencia, la represión injusta y violenta sin sentido, ideas que a pesar del tinte político que se les pueda dar, nunca las había sentido tan ciertas.

Me acerqué a un grupo de fotógrafos. Eran prensa alternativa que conversaban con un extranjero palestino e intentaban explicarle la situación en Chile. De cómo los mapuches llevaban años luchando por sus derechos, de cómo los carabineros habían asesinado a algunos y tomado prisioneros “terroristas” a otros. De cómo el gobierno hacía sus negocios, de cómo los pacos hacían sus contrabandos, de cómo estaban impunes, de cómo habían trucado e inventado el “caso bombas”, de cómo la prensa ocultaba información, de cómo estas situaciones de injusticia las vivíamos seguido debido a una fuerte represión a las marchas y protestas ciudadanas por parte de este gobierno. En fin, daban cuenta de la situación no oficial del gobierno chileno. A su vez, nuestro amigo extranjero, nos hacía ver que en el “Mundo” se dicen cosas como que en Francia hay más corrupción que en Chile. O sea, según él y nosotros, claramente proyectamos una falsa imagen. (Revisen el artículo “Los top five de Obama”). Y de alguna forma es lo que se ha hecho durante los últimos 20 años en este país: lavarse las caras. Crear memoriales, dar bonos, crear cierta “transparencia” en la política, prometer y prometer... quedar bien con todos, pero sin cumplirle a nadie. ¡Puro lavado de imagen!

¿Qué está sucediendo? ¿Temor a qué tenían los carabineros si los comuneros se “reagrupaban”? ¿Temor a que se manifiesten, a que realizan actos terroristas? ¿Desde cuándo se les prohíbe cruzar la calle a la gente? ¿Desde cuándo discriminamos en la vía pública a quienes visten como mapuches? Por otro lado, se entiende que los carabineros sólo realizan su trabajo, que si se niegan los echan cómo a cualquier empleado del país. Si la culpa, al final no es de ellos, es de arriba. ¿Quién da esas órdenes? ¿Cuál es la intención? ¿Qué pasa con la libertad de expresión? ¿Dónde quedan las promesas de democracia?
Queridos lectores, sé que no son muchos, hagámonos cargo de esta injusticia. Difundamos lo que se pueda, informémonos, actuemos. Cada quién elija su forma, su manera de aportar, de ser consciente, de ser consecuente, pero que no sean calladas, que no sean permitidas las injusticias que vivimos y que viven nuestros compañeros ciudadanos y chilenos. No nos hagamos los hueones. Ese, es el peor daño que podemos hacer.


Estos periodistas amigos, publican noticias reales en que no son mostradas en la prensa tradicional. http://asambleanacionalporlosddhhchile.blogspot.com/

1 comentario:

  1. ¿Quién da esas órdenes? ¿Cuál es la intención?

    la idea es asegurar el orden, SU orden, la idea es reproducir los valores las instituciones y todo lo que le permita al estado y su piño mantenerse y defender sus interesas . habrá que eliminar todo lo que haga peligrar y cuestionarnos la legitimidad de la legalidad, de la politica, de la policia, de la manera de vivir de amar de vivir en familia que nos venden . el estado invierte millones de pesos en pacos, en formas de educar, formas de vender, de informar, de meter por donde sea su discurso NAZIonalista. fuera de ese discurso obviamente estan los mapuches, un pueblo guerrillero originalmente sin estado, fuera están los 14 compas de la vergonzosa farsa del caso bombas y todos los que propongan o tengan otra forma de vivir.
    y q hacemos nosotros? hacernos cargo de nuestras vidas no mas, liberarnos , autoeducarnos, y ponernos a pensar y actuar. y organizarnos obvio y de ahi desde abajito.... jiji
    venja muy buenos tus dos ultimos escritos. me rei harto con el d los curas jajajja
    un besi

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