miércoles, 20 de julio de 2011

24 horas de teatro, una jornada envidiable.

24 horas de teatro por la educación
En una emocionante e interminable jornada, con diversas disciplinas desde la performance, la música y el canto, se vivieron las “24 horas de teatro por la educación” ,  a las que adhirieron más de 250 artistas y personalidades del teatro como Coco Legrand, Schlomit Baytelman y Malucha Pinto. Se realizaron alrededor de 50 espectáculos en tres salas simultáneas.
Todo este esfuerzo artístico y de gestión se realiza en el marco de las movilizaciones por la educación chilena y gracias al Departamento de Teatro de la Universidad de Chile.  
La crisis de la educación ha sido tal  que no sabemos si nuestro honorable presidente está también haciendo una performance desafiando nuestra realidad cotidiana con juergas cada vez que abre la boca para equivocarse con un nombre. Su última intervención ha sido catalogada de “Sillas musicales” y fue aclamada por sectores conservadores del parlamento y aprobada con cierta incertidumbre por algunos actores.
Las marchas y paros dejaron de ser actos de rebeldía sin causa y ampliaron las mentes de artistas que el pasado 15 y 16 de Julio llenaron de Arte y Creatividad las manifestaciones por medio de esta jornada que emociona a aquellos que la presenciaron.
Mucho teatro al gratín para el pueblo, como debería ser también la educación en este país que confunde los bienes de consumo con los derechos humanos.
 Con las 12 “obras” que alcancé a ver puedo hacer el resumen de que hubo resultaron al menos 2 excelentes (“Metro”- Teatro la Replika  y “Fiesta” – Trinidad González), 2 prometedoras (“El minero 34 “y “Esto no es real”) y  2 entretenidas (“Me desordeno amor”- Malucha Pinto y Carmen Prieto y “Monologo Borges” – Schlomit Baytelman).
 “El minero 34” o ALGO ¿?  / Alumnos DETUCH / Sala Sergio Aguirre
Un hombre nos da la espalda durante gran parte de la obra y vemos cómo el resto de los personajes gozan contando las historias de los 33, que parecieran tan cercanos a ellos. La intriga se acaba de sopetón cuando este hombre explota y  enfrenta todo su destino: ser aquel que nada recibió, aquel que nadie pescó… ni siquiera su propia familia.
El drama  que  vive la familia del  minero 34: simboliza la cara oscura de la moneda,  la de las familias renegadas, la de los olvidados,  de aquellos  que se levantan  al amanecer  para empezar  su  dura  jornada de trabajo, de aquellos que  no  pudieron gozar de toda la lotería que ganaron los mineros rescatados.
Siempre se agradece un trabajo que plasme de manera estética hitos de nuestra historia: el rescate de los mineros, tan pésimamente mediatizado por el señor Piñera. Notable la documentación y el trabajo de investigación. Casi como otro rescate.
 “¿Les hubiera gustado que me hubiese quedado encerrado con mis compañeros en la mina?” es la pregunta que le  hace el minero 34  a su  familia, en el momento más emocionante.
 “Partuza”  / Danza contemporánea Pablo Tapia / Zócalo
Siempre es difícil ver danza contemporánea: da la impresión que los realizadores buscan el goce en la ejecución y el deleite visual. De lo primero no puedo opinar, pero sobre la búsqueda del deleite visual creo que se cayó en el morbo. Con movimientos cortados, música electrónica y besos entre todos no se llega a ningún sustento en trama. Esto siempre es confuso en este tipo de espectáculos, sin embargo, debo admitir que mi falta de cultura en danza me hizo pensar que esta “Partuza” tuvo pocos momentos que valieron la pena.
“Me desordeno amor” / Malucha Pinto y Carmen Prieto / Sala Sergio Aguirre
“El show latinoamericano de poesía erótica y boleros”; la experiencia pesa y estas conocidas actrices y show woman´s mezclan de manera magistral la salsa, los boleros y la poesía erótica.  Un show musical que parece una fiesta, que calienta la sangre de un público que busca básicamente entretenerse, reír y cantar.  Al parecer la amistad de las consagradas Pinto y Prieto le da un ambiente de intimidad a la obra, haciendo que el público sienta que conoce lo que se expone.
Sin embargo, la obra no es una historia: sino un conjunto de recursos musicales y poéticos, siendo estos últimos (recursos) propiedad de Pinto, llegan a un alto nivel de riqueza textual.
 “Grupo Imbunche” / Música Latinoamericana / Zócalo
Un show íntimo de 2 guitarras y 2 voces que nos hacen viajar por paisajes hermosos de nuestro continente. “Somos estudiantes y no alumnos” corrige uno de los intérpretes a la anfitriona subrayando que no nos falta luz. 
Estudiantes  de música de la Universidad de Chile, que con agradables armonizaciones vocales y sonidos brillantes despiertan a su público fiel que los ve a eso de las 3:30 am.  Una de sus canciones concluye con una frase notable “Luchemos para que los niños puedan jugar y comer”
“Fiesta” / Trinidad González /  Sala Sergio Aguirre
Preset: 4 jóvenes postrados en un campo de guerra: una habitación con residuos de carrete. Inmóviles y patas pa´arriba.
Siento admiración por el uso de un actor como escenografía, pues, uno de estos 4 personajes está al margen de toda la acción sin emitir ni un diálogo y observando todo con una perturbadora tranquilidad.  Notable el uso del cuerpo, en su manifestación más cómica los personajes pierden cordura entre una incontenible risa.
Vivimos entre humores y sustos el cómo estos muertos vivientes se burlan de una “caída en batalla”.


“Los territorios chilenos del delirio” ¿? / Alumnos DETUCH / Sala Sergio Aguirre
La historia de un alcohólico es un tema que mucho provecho se les puede sacar. Sin embargo, creo que muchos de los recursos utilizados son chabacanos. Estimulante la utilización de 2 vinos en caja colgados, en metáfora de 2 pechos que amamantan a hijos condenados al alcohol. Otros recursos que quedan más que la misma historia, son el desnudo del alcohólico, un juego de la botellita y besos lésbicos.
 Importante reflexionar sobre la relación jerárquica que tiene el personaje principal, “Luchito”, con su madre y el buen manejo de la distorsión entre el personaje de la madre y la novia; un tema que podría asomarse como la historia oculta tras la historia oficial.
 “Esto no es real” / Taller integrado DETUCH / Sala Andrés Pérez
Una serie de improvisaciones dirigidas, coreografías diversificadas e interacción con el público nos lleva a confundir quiénes son los actores y quiénes son los espectadores. Esto siempre será algo  que entusiasmará a los espectadores activos.
El  teatro está hecho para vivir emociones,  y precisamente es en este ambiente “familiar” sobre la cual nace esta obra. Nos  hace reír, nos pone incómodos, nos  invita  a ser partícipe de ella  en la actuación  y en la dirección.
Buenas ideas, muy larga. A pesar de que entiendo, no presencié la obra como usualmente la presentan porque faltaban actores y unos folletos que entregaban, valoro mucho la distorsión entre la realidad y la obra.  Valoro que cada una de las propuestas son nuevas e irrepetibles con lo que, claro, uno puede ver todas las funciones de esta obra y llevarse sorpresas todas las funciones. Por último, uno ve a ratos, un parecido a “Los improvisadores” en el formato de la talla.
 “Proyecto Huillac Ñusta”/ Alumnos DETUCH / Hall
Un charquicán de ingredientes raros,  muchos estímulos variados en una intervención a una escuela de teatro: la veneración de una diosa “Ñusta” que al parecer era la casera de todos, una televisión en una esquina que exhibía “Garganta profunda”, un acróbata en la tela, un “guitarrista” ruidoso y sinsentido, y una pareja de actores interactuando entre abrazos y tocaciones. Un vano intento de surrealismo, que ni con mi mejor disposición compararía con Jodorowsky.  
Clasificaría lo que vi como una performance única e irrepetible, lo que no la hace especialmente entretenida. Creo que sumado al cansancio de la noche, lo que vi no me agradó para nada.  Hubo solamente una luz, cuando empezó todo por la gama de posibilidades bizarras que se me ocurrían y el placer de no solo verlas en la imaginación. También me mantuvo atento cuando uno de los actores rompió a solo centímetros una señaletica con furia y rabia, escuchando a coros “Diego para o para Diego”.
 Cabe destacarlo como anécdota, que creo  siempre es difícil jugar con estos recursos. Siempre será difícil mezclar la realidad teatral con la realidad cotidiana. Mientras se desarrollaban estos rituales extraños, un hombre que los presenciaba interrumpió en 2 ocasiones la performance. La primera  vez lo hizo con ovación y apoyo, pero la segunda no fue lo mismo. Esta dificultad de la que hablo, da espacios para incidentes como éstos, que confunden el arte con caprichos de algunos y ego de otros. Es un llamado tácito a la gente de teatro a manejar la vanguardia con cuidado y madurez.
Monólogo Borges / Schlomit Baytelman / Sala Sergio Aguirre
Breve sátira al esnobismo en la cultura y cómo asesinamos a grandes escritores, confundiendo la entretención con la cultura. Esto sucede muchas veces ante nuestros ojos y no nos damos cuenta.  Lo que hace Schlomit, es encarnar a una presentadora de un programa “anti-cultura”, con ese tonito de voz que a cualquiera lo hace pensar: “la vieja de mierda”, en la que analizan las más intimas costumbres de Borges: su manera de vestirse, donde lavaba la ropa, entre muchas costumbres superficiales. Es como si fuera un programa de farándula sobre personas intelectuales.
Metro / Teatro la Replika / Sala Andrés Pérez
Utilizando el humor, somos testigos de la relación de 2 desconocidos que se conocen en el metro. Para mí, el punto más alto de la jornada. Chistosa, contingente, genial, cotidiana y entretenida. Manteniendo un tono que hacía esperar y desear las tallas de los personajes, se representa una realidad diaria: los viajes en metro. Se plantea el “estar apurado” por nada, la incomunicación como el mayor problema del ser humano y se llega a la conclusión de que el amor a primera vista no existe.
Dando Jugo / Gustavo Becerra / Zócalo
Con cotidianidades el “guatón de las frutas”, Gustavo Becerra, se ríe de sí mismo y de sus desgracias. En formato de Stand up Comedy, nos invita a reírnos de la vocación del actor, del Matrimonio (“el triunfo del demonio sobre el macho”) y de cosas que a todos nos han pasado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario